miércoles, 1 de mayo de 2019

Oración bajo la lupa


El tema es 'la oración' y mencioné que es el mejor momento para hablar de esto ya que en los últimos meses he estado orando con mayor frecuencia pidiendo la orientación de Dios, actualmente vivo en los Estados Unidos por mi cuenta y he necesitado la ayuda de Dios más que nunca y no es que no necesite su ayuda normalmente, pero lo que quiero decir es que el estar envuelto en una diferente cultura e idioma te hace darte cuenta de lo incapaz que eres para sustentarte a ti mismo y que sin la ayuda divina todo es más complicado.


        Pero comencemos por el Principio ¿Qué es la oración? La palabra oración proviene del latín “oratio” que significa tener la capacidad para hablar, dar un discurso o realizar una plegaria, cuando hablamos de oración acorde a la biblia nos referimos al acto de “hablar o pedirle algo a Dios”. Entonces ahora sabemos que la oración es básicamente comunicarnos con Dios, pero ¿cómo o qué orar? En respuesta daré algunos ejemplos de cómo o qué orar y de qué manera no debemos orar. 
       En Mateo 6 podemos encontrar el mejor ejemplo de cómo orar y cómo no orar, podemos estar  Seguros de esto ya que son palabras mismas de Jesús. Él reprende al pueblo diciéndoles que no usen la oración para llamar la atención de otros y vanagloriarse, o repitiendo palabrerías tratando de aparentar, sino bien, orar en secreto, a solas con el Señor y Él te recompensara en público. Jesús añade que Dios conoce nuestras necesidades desde antes de pedirlas y que evitemos la repetición de oraciones sin sentido, sino bien orar así:
       “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.  Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.  Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.”
       El Padre nuestro es una de las oraciones más populares al punto de que aún los no creyentes la conocen. Es una simple oración pero incluye puntos de suma importancia como el perdón, la provisión y el exaltar su nombre ya que Él merece toda la gloria.
       Anteriormente en ese mismo capítulo Jesús hace énfasis en no ser como los “hipócritas” (Mateo 6:5) lo que se puede entender que nuestras oraciones deben ser sinceras. Como ya sabemos la oración es una comunicación directa con el Señor así que intentar ser deshonestos, mentirosos o hipócritas es una idea poco inteligente ya que Dios conoce todo de nosotros.
       Al orar debemos ver a Dios como un amigo al que le podemos contar todo sin temor, Dios se alegra de escucharnos y Él quiere que pongamos todas nuestras preocupaciones, deseos y sueños en Él. En ningún lugar en la biblia se nos pide ser estrafalarios con nuestras peticiones, ruegos, alabanzas así que entre mayor sinceridad y honestidad pongamos en nuestras palabras ¡mejor!
       Finalmente, Jesús en otra parábola habla sobre la importancia de orar siempre y no desmayar, lo que significa que debemos orar incansablemente. Jesús cuenta la historia de una mujer que van con un juez injusto para que le hagan justicia y finalmente el juez accede a sus demandas con tal de que esta mujer no le agote la paciencia. El juez injusto responde justamente a esta mujer ¿Cuánto más no contestará Dios a sus hijos que oran incasablemente?
       Es así pues, que la oración no debe ser solo una plegaria momentánea, sino una constante manera de comunicación con nuestro Padre celestial.
       Imagina que un día sales con tu mejor amigo al cine, luego al centro comercial, después a cenar y al final por un café, pero dentro de todas estas actividades no le diriges en ningún momento la palabra ¿Cómo crees que se sentiría tu amigo? Yo creo que ignorado, confundido o no querido. Con Dios pasa lo mismo, Él va con nosotros a todo lugar en todo momento así que sería de Esperarse que habláramos con Él como si fuera nuestro mejor amigo o ¿Acaso hay amigo más fiel que Jesús?
       Termino recordando que la oración es sinónimo de comunicación y como hijos de Dios nos es necesario comunicarle nuestra gratitud y alabanzas, Dios no es nuestro sirviente o accesorio, Dios es nuestro creador y merece toda nuestra adoración y bien dice el salmista en el Salmo 34: 1 “Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca”.
      ¡Así que ya sabes qué hacer! Ora en todo momento, exprésale tus necesidades, ideas, preocupaciones, exprésale tu amor, recuerda ser sincero y no olvides que tienes acceso a Él en todo tiempo y todo lugar así que estés en la escuela, trabajo, casa, comiendo, bañándote, escuchando música o cualquier cosa comunícate con Él ya que no hay mejor cosa que compartir tiempo con aquel que nos dio la vida.

Por Asael Parra

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